viernes , 19 abril 2024

Fábulas

El león y el ratón

Unos ratoncitos, jugando sin cuidado en un prado, despertaron a un león que dormía plácidamente al pie de un árbol. La fiera, levantándose de pronto, atrapó entre sus garras al más atrevido de la pandilla. El ratoncillo, preso de terror, prometió al león que si le perdonaba la vida la emplearía en servirlo; y aunque esta promesa lo hizo reír, …

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El león y el pastor

Yendo un león por una montaña erró el camino, y pasando por un lugar lleno de zarzas, se le hincó una espina en la mano, de tal manera que no podía andar por el sumo dolor que le causaba. Yendo así encontró a un pastor, y llegándose a él, comenzó a menear la cola, teniendo la mano alzada. El pastor …

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El hombre y la culebra

Un hombre, pasando por un monte, encontró una culebra que ciertos pastores habían atado al tronco de un árbol, y, compadeciéndose de ella, la soltó y calentó. Recobrada su fuerza y libertad, la culebra se volvió contra el hombre y se enroscó fuertemente en su cuello. El hombre, sorprendido, le dijo: – ¿Qué haces? ¿Por qué me pagas tan mal? …

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El cuervo y la zorra

Erase en cierta ocasión un cuervo, el de más negro plumaje, que habitaba en el bosque y que tenía cierta fama de vanidoso. Ante su vista se extendían campos, sembrados y jardines llenos de florecillas… Y una preciosa casita blanca, a través de cuyas abiertas ventanas se veía al ama de la casa preparando la comida del dia. -Un queso!- …

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Las Ranas y los Toros

Una rana, posada al borde de un estanque, contemplaba a dos toros que se embestían mutuamente en un prado cercano. -¡Mira que riña tan tremenda! -dijo a una compañera-. ¿Qué sería de nosotras si animales tan corpulentos vinieran por aquí? -No te asustes -respondió la otra- ¿Qué nos importan las riñas de esas bestias? Además, esos animales no son de …

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El avariento

Cierto hombre avaro vendió cuanto poseía y convirtió su precio en oro, el cual enterró en un lugar oculto; y teniendo todo su ánimo y su pensamiento  puesto en el tesoro, iba diariamente a visitarlo, lo que observado por otro hombre fue a aquel sitio, desenterró el oro y se lo llevó.  Cuando el avaro vino según costumbre a visitar …

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