jueves , 28 marzo 2024

Desarrollo Evolutivo

Los principales aspectos evolutivos que hay que tener en cuenta a partir de los dos años para la posible detección de problemas infantiles serán los siguientes:

2 años

Es el inicio de la función simbólica, es decir, en esta etapa se van gestando los requisitos para que el niño tenga capacidad de imaginar, evocar un objeto. En la práctica la función simbólica se manifiesta en el lenguaje y en el juego.
A los 2 años ya tiene que haber inicio de expresión verbal, aunque el lenguaje todavía es imperfecto. En cuanto al juego hay un inicio de socialización pero lo que más domina es lo que llamamos juego paralelo (cada niño juega a su aire, individualmente). En esta época se adquiere el control de esfínteres tanto diurno como nocturno. El diurno más fácilmente que el nocturno. Si no se adquiere puede esperarse hasta los 5-6 años para evaluar y tratar el problema

3 años

Es la fase comúnmente llamada de Oposición. En esta edad el niño comienza a reconocer una «identidad», se reconoce a sí mismo en medio de los otros; esto le hace sentirse privilegiado y como consecuencia necesita tener sus propias determinaciones lo cual provoca más de un enfado con los papás. Es aquella época en la que os quejáis de que se muestran caprichosos y rebeldes. A todo nos dicen que no. Otra característica de esta edad es que aparece en ellos el sentimiento de vergüenza (son capaces de ponerse en el punto de vista del otro y sentir su propia imagen).
El niño en esta etapa presenta una gran necesidad de afirmarse y tenéis que aceptar la crisis de oposición que se deriva de ello porque es sano que ocurra. Al final de los 3 años un niño ya tiene que tener las estructuras básicas del lenguaje (frases de sujeto-verbo-complemento). Emocionalmente, el niño es muy débil y susceptible y es la edad que más muestras de celos pueden presentar por la llegada de un hermanito. Como consecuencias posibles de los celos: trastornos de conducta, regresiones a estadios anteriores, etc.

4 años

Se evoluciona mucho intelectualmente. Los 4 años añaden mayor interés por el entorno, una necesidad de enriquecerse a través del medio. Se progresa mucho en cuanto al lenguaje, se aumenta el vocabulario. Sus conversaciones tienen un gran contenido fantasioso. Los hábitos de autonomía están prácticamente adquiridos. Es propenso a los temores irracionales y nocturnos (miedo a la oscuridad, a los animales). Presenta cierta inmadurez y labilidad emocional. En cuanto al juego prefiere el juego social. Si presenta problemas de lenguaje (pronunciación) es una buena edad para iniciar tratamiento logopédico.

5 años

A nivel de desarrollo motriz se considera que se han conseguido las unidades básicas (la motricidad fina ya está adquirida). El dibujo toma un cariz relevante, el niño lo vive como un medio de comunicación. Se muestra muy interesado por las actividades escolares y por todo lo que represente aprendizaje.

6 años

A partir de esa edad el niño se halla totalmente inmerso en la escuela y en la socialización. Se halla vinculado a la familia quien le estabiliza o equilibra puesto que a menudo la relación con el entorno provoca frustraciones.
Ellos no tienen experiencias acumuladas y cualquier pequeño problema lo viven desmesuradamente. La familia lo tranquiliza y le aporta la serenidad necesaria para crecer sanamente.

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